
Leonor continúa su travesía en Colombia
La princesa Leonor ha arribado este viernes a Cartagena de Indias, una de las últimas paradas del histórico periplo a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Acompañada por sus compañeros guardiamarinas, la heredera al trono ha saludado desde cubierta con gesto sereno y sonriente, en un ambiente festivo en el que no faltaron los vítores de los ciudadanos colombianos que se congregaron para recibir al navío español. La expectación era palpable, y no solo por su presencia, sino por el simbolismo de una misión que refuerza los lazos entre naciones.

Una bienvenida con sabor local y mucha música
El Elcano ha atracado en el Muelle de Edurbe, en el popular barrio Manga de Cartagena, poco después de las ocho de la mañana. Para dar la bienvenida, una banda musical de la Escuela Naval de Cadetes ha interpretado piezas tradicionales con trombones y flautas, mientras que varios familiares de los jóvenes guardiamarinas agitaban pañuelos blancos. El recibimiento ha sido cálido y emotivo, y la princesa ha compartido protagonismo con una tripulación compuesta por oficiales, suboficiales, marineros y dos maestros civiles que han acompañado a los alumnos durante todo el viaje.

Un cruce histórico por el canal de Panamá
Antes de su llegada a Colombia, el buque escuela había protagonizado otro momento destacado de la travesía: el cruce del canal de Panamá. El paso por esta vía interoceánica, de gran valor estratégico y simbólico, atrajo a numerosos curiosos a los miradores. Según el embajador español en Panamá, Guzmán Palacios, se trató de un «día histórico», ya que permitió ver de cerca el tránsito del navío español entre dos océanos, reforzando una vez más la proyección internacional de la Armada y de la propia princesa.

Dos destinos más antes del regreso a casa
Con la escala en Cartagena de Indias, solo restan dos paradas antes de emprender el regreso definitivo a España: República Dominicana y Nueva York. Desde allí, la travesía concluirá en varios puertos españoles, incluyendo Gijón, Ferrol, Marín y Cádiz, lugar desde donde partieron. Este viaje, que se ha prolongado durante varios meses, está próximo a cerrarse como una experiencia formativa y vital clave en la vida de la heredera.

Una formación militar que sigue adelante
Tras su desembarco definitivo, Leonor de Borbón continuará su formación castrense este verano en la Academia General del Aire y del Espacio, en San Javier (Murcia). Allí se espera que aprenda a pilotar aeronaves de combate, al igual que hiciera su padre en su etapa de preparación militar. Esta fase será la tercera y última del programa diseñado para dotar a la princesa de una visión integral de las Fuerzas Armadas, como parte de su compromiso con la institución y con el país.

Valores que trascienden el uniforme
El rey Felipe VI ha defendido públicamente la utilidad de esta formación, subrayando su valor educativo y humano. La vida a bordo y la disciplina castrense, según el monarca, contribuyen a inculcar virtudes fundamentales como la lealtad, el compañerismo o la responsabilidad. Una preparación que, más allá del simbolismo, pretende forjar el carácter de la futura jefa de Estado.

Reencuentro con sabor a emoción familiar
Uno de los momentos más entrañables de la travesía se vivió recientemente en Panamá, cuando la reina Letizia viajó para reencontrarse con su hija tras cuatro meses separadas. El abrazo entre madre e hija fue espontáneo y sincero, y marcó el tono de una visita cargada de sentimientos. Además de participar en los actos protocolarios, la Reina y la princesa compartieron momentos privados, disfrutando juntas de un paseo por la ciudad y de la cocina panameña.

Una etapa que termina, otra que comienza
El viaje a bordo del Juan Sebastián Elcano ha sido mucho más que una formación marítima. Ha supuesto para la princesa Leonor una inmersión en valores, una conexión con los ciudadanos a ambos lados del Atlántico y un paso más en su proceso de maduración. Cartagena de Indias representa casi la última página de esta historia, que cerrará en Cádiz para dar paso a nuevos retos que, con seguridad, marcarán su camino hacia la jefatura del Estado.