Exhibición ofensiva
El Barcelona demostró su poderío en Europa con una exhibición ofensiva que terminó en una victoria contundente de 2-5 ante el Estrella Roja en Belgrado. Después de un relajado derbi en la liga española el pasado fin de semana, el equipo dirigido por Flick demostró toda su potencia en la Champions, haciendo que el Pequeño Maracaná, que comenzó vibrante y confiado, acabara rindiéndose ante el talento culé. Con una alineación que incluyó a ocho jugadores formados en La Masia, los azulgranas escalaron a la sexta posición de la competición europea.
Tres cambios respecto a su última alineación
Para este encuentro, Flick realizó tres cambios respecto a su última alineación. Koundé regresó a la defensa, mientras que el joven Gerard Martín reemplazó a Balde, como parte de la rotación del técnico alemán. Además, en el mediocampo, De Jong salió como titular junto a Pedri y Marc Casadó, dándole un aire de mayor control al equipo. Flick decidió prescindir de un mediapunta y apostó por un esquema de posesión y serenidad que obligara a los serbios a contenerse.
La defensa, bien preparada
El planteamiento inicial funcionó como estaba previsto. En los primeros minutos, el Barça dominaba completamente el ritmo de juego y mantenía a los serbios a raya. Una temprana jugada de Elsnick que terminó en gol fue anulada por fuera de juego, dejando claro que la defensa del Barça estaba bien preparada para frenar los intentos de ataque rivales. Sin embargo, pronto se vislumbraron ciertos problemas en la defensa adelantada.
El primero, de Iñigo Martínez
Al cuarto de hora, el Barça abrió el marcador con una brillante ejecución de Iñigo Martínez, quien remató un tiro libre de Raphinha y desarmó la línea de fuera de juego del Estrella Roja. El equipo culé parecía tener el partido bajo control, especialmente en ataque, donde Raphinha seguía generando peligro y estuvo a punto de aumentar la ventaja con un remate directo al poste.
Empate a los 27 minutos
A pesar del dominio del Barça, el Estrella Roja aprovechó algunos desajustes defensivos para empatar el marcador. Gerard Martín, poco familiarizado con el sistema de fuera de juego, dejó que los serbios se acercaran al área y finalmente, al minuto 27, los locales lograron igualar el marcador. La atmósfera en el Pequeño Maracaná se encendió, y los aficionados locales creyeron en la posibilidad de una remontada.
No perdieron la compostura
Sin embargo, el Barcelona no perdió la compostura. Casadó, Lamine, Pedri y Raphinha se hicieron con el control del balón nuevamente, y en una jugada colectiva que culminó en otro disparo al poste de Raphinha, Lewandowski apareció oportuno para rematar y firmar el 1-2 justo antes del descanso.
Un espectáculo absoluto de los azulgranas
La segunda mitad fue un espectáculo absoluto de los azulgranas. En los primeros quince minutos, el Barça desbordó al Estrella Roja con un fútbol de alta velocidad y precisión. Lewandowski tuvo una gran oportunidad para marcar el tercer gol tras un pase de Pedri, pero falló. No obstante, pocos minutos después, una impresionante jugada iniciada por Lamine Yamal terminó en una asistencia de Koundé que el delantero polaco no desperdició.
Una clara señal de fuerza y capacidad
El 1-4 llegó de manera rápida. Koundé, en una de sus mejores noches, volvió a asistir a Raphinha, quien colocó el balón ajustado al palo. Con esta amplia ventaja, Flick optó por dar descanso a Raphinha y Pedri, quienes fueron reemplazados por Olmo y Fermín, mientras Sergi Domínguez ingresó tras una lesión de Cubarsí, víctima de un desafortunado golpe de Spajic. A pesar de la aparente tranquilidad del marcador, el Barça no bajó el ritmo. Koundé, en su tercera asistencia de la noche, colocó un pase perfecto para que Fermín marcara el quinto tanto del equipo. Con un conjunto compuesto en su mayoría por jugadores formados en La Masia, el Barça cerró el partido como un verdadero martillo, enviando una clara señal de fuerza y capacidad en esta edición de la Champions.