Casi llegan a las manos
En la película «American Gangster» (2007), dirigida por Ridley Scott, se gestó una de las tensiones más inesperadas en el set entre dos grandes actores: Denzel Washington y Josh Brolin. A pesar de que Brolin llevaba más de 20 años en la industria del cine y estaba acostumbrado a trabajar con estrellas de renombre como Russell Crowe y Chiwetel Ejiofor, nada lo preparó para el encontronazo que casi se desata con Washington durante el rodaje de este drama criminal.
No le miraba directamente mientras hablaba
Según Brolin, Washington llegó al set algo tarde en una ocasión y, al revisar las líneas del guion, hizo algunos cambios en la estructura de la escena. Sin embargo, lo que más desconcertó a Brolin fue que Denzel no parecía mirarlo directamente mientras hablaba. El actor interpretaba a Frank Lucas, el infame narcotraficante de Nueva York, mientras que Brolin interpretaba al detective de la policía de Nueva York Nick Trupo, quien recibe sobornos de Lucas.\r\n \r\n
Washington le apartó la mano de manera brusca
El incidente ocurrió cuando, en medio de un ensayo, Brolin olvidó una frase y, en su nerviosismo, tocó el hombro de Washington para pedirle ayuda. Lo que siguió fue una reacción inesperada: Washington le apartó la mano de manera brusca y le dijo: «Nunca me pongas la mano encima». Para Brolin, este gesto fue un shock absoluto. «Pensé que iba a pelear con Denzel Washington. Esto es una locura», recordó el actor. En ese momento, la tensión en el set dejó de ser solo una actuación y se convirtió en un enfrentamiento real, aunque de corta duración.
Todo se resolvió rápidamente
Sin embargo, el conflicto se resolvió rápidamente. Brolin, reconociendo que Washington estaba completamente sumido en su personaje de Frank Lucas, trató de calmar la situación. En su mente, el actor no estaba simplemente interpretando a un personaje, sino que se había convertido en él. «En su mente, él solo estaba haciendo su trabajo. Era Frank Lucas, punto», explicó Brolin.
Su relación mejoró más tarde
Después de este breve intercambio, la relación entre los dos actores mejoró. Brolin se acercó a Washington para asegurarse de que todo estuviera bien, y Washington, que ya había expresado lo que necesitaba, respondió con un simple «Sí, ¿y tú?». El ambiente se calmó, y la escena continuó. Aunque fue un momento tenso, ambos actores lograron superar la situación, y Brolin expresó que, con el tiempo, ambos se llevarían muy bien.
Brolin sentía una gran admiración por Washington
Lo sorprendente de este incidente es que, a pesar de ser uno de los actores más aclamados y experimentados de Hollywood, Brolin aún sentía una gran admiración por Washington. Esto revela no solo la intensidad del trabajo de un actor en un rodaje, sino también la capacidad de los grandes profesionales para sumergirse en sus personajes de tal manera que incluso las interacciones cotidianas se ven afectadas por esa transformación.\r\n
Un gesto de camaradería
La relación entre Brolin y Washington mejoró después del rodaje. De hecho, aproximadamente un año después de la película, Brolin se encontró con Washington, quien lo saludó con entusiasmo. Este gesto de camaradería dejó claro que, a pesar del choque inicial, ambos actores habían dejado atrás cualquier malentendido.
Una interpretación aclamada por la crítica y el público
Este incidente resalta la pasión y la dedicación de Denzel Washington en su trabajo. En «American Gangster», su interpretación de Frank Lucas fue aclamada por la crítica y el público, y momentos como este revelan la profundidad con la que se adentra en sus papeles. Para Washington, la profesionalidad es clave, y ese enfoque a veces puede resultar intimidante para quienes lo rodean.
Una mezcla de nerviosismo, respeto e intensa competencia
Por otro lado, el hecho de que Brolin, un actor con años de experiencia en Hollywood, se sintiera abrumado por un simple toque en el hombro pone de relieve lo difíciles que pueden ser las relaciones en el set, incluso entre dos grandes profesionales. La tensión que surgió en ese momento fue una mezcla de nerviosismo, respeto y la intensa competencia de la industria del cine.
Todo se quedó en una anécdota
A pesar de la intensidad de ese momento, la historia demuestra que el respeto mutuo y la profesionalidad son esenciales en cualquier proyecto. Ambos actores lograron superar el malentendido, y la película continuó sin mayores contratiempos. La anécdota es un testimonio de cómo las emociones en el set pueden ser tan intensas como las que se representan en la pantalla.