Denzel Washington reconoce errores en su carrera durante los años 90: «Era mi etapa de ganar dinero»

Uno de los actores más respetados y premiados de Hollywood
/ GTRES

Uno de los actores más respetados y premiados de Hollywood

Denzel Washington, uno de los actores más respetados y premiados de Hollywood, recientemente reflexionó sobre su carrera en una entrevista con The Times del Reino Unido. A pesar de ser considerado uno de los intérpretes más talentosos de su generación, el propio Washington reconoció haber protagonizado películas que calificó como «desastres» en los años 90. Tras su aclamada actuación en Malcolm X (1992), dirigida por Spike Lee, admitió que aceptó proyectos de menor calidad debido a responsabilidades económicas. «Después de Malcolm X hice algunos verdaderos desastres. No diré sus nombres, pero están ahí, en los años 90», confesó el actor.

/ GTRES

«Aprender, ganar y devolver»

El ganador de dos premios Óscar explicó que en ese período de su vida estaba enfocado en «ganar dinero», una etapa que él denomina como la fase de «aprender, ganar y devolver». Según su filosofía, hasta los 30 años se aprende, de los 30 a los 60 se gana, y después de los 60 se devuelve, contribuyendo a la sociedad. «Con una gran agente, mi carrera se construyó para ganar dinero, y luego la vida también se presentó con facturas, cuatro hijos y una casa», comentó.

No alcanzaron el impacto de sus mejores obras
/ GTRES

No alcanzaron el impacto de sus mejores obras

Entre los títulos que recibió críticas mixtas o negativas en esa década destacan Virtuosity (1995), Estado de sitio (1998) y El coleccionista de huesos (1999), todas películas de género que no lograron convencer ni a críticos ni a audiencias. Incluso producciones más populares como El informe Pelícano (1993) o La mujer del predicador, (1996) no alcanzaron el impacto de sus mejores obras.

Su visión del cine y el teatro como herramientas para los actores
/ GTRES

Su visión del cine y el teatro como herramientas para los actores

Washington también habló sobre su visión del cine y el teatro como herramientas para los actores. Para él, la verdadera formación actoral ocurre sobre el escenario. Es por eso que ha alentado a sus hijos, John David Washington y Olivia Washington, ambos actores, a trabajar en teatro.

/ GTRES

«Se aprende a actuar en el escenario»

«No se aprende a actuar en la televisión ni en el cine. Se aprende a actuar en el escenario. La televisión y el cine son medios del director; ellos tienen el control», enfatizó.

Rara vez ve películas, ni siquiera las suyas
/ GTRES

Rara vez ve películas, ni siquiera las suyas

Además, sorprendió al confesar que rara vez ve películas, ni siquiera las suyas. «No crecí amando el cine ni escapándome en él», explicó. Reveló que no ha visto ninguna de sus películas antiguas de principio a fin, ni siquiera Malcolm X. «Todo lo que ves es lo que hiciste mal. Además, ¿por qué lo harías?», señaló, dejando claro que prefiere centrarse en el presente.

Una gran excepción
/ GTRES

Una gran excepción

Una excepción notable fue la película Tiempos de gloria (1989), por la cual ganó su primer Óscar. Washington admitió haberla visto varias veces, pero únicamente porque su hijo John David, cuando era niño, la veía repetidamente y la consideraba una de sus favoritas. «Sabía cada línea de memoria», recordó.

Sigue siendo un referente para muchos.
/ GTRES

Sigue siendo un referente para muchos.

A pesar de su relación pragmática con el cine, Washington sigue siendo un referente para muchos.

La evolución de un hombre que valora la responsabilidad
/ GTRES

La evolución de un hombre que valora la responsabilidad

Sus decisiones, tanto personales como profesionales, muestran la evolución de un hombre que valora la responsabilidad y el aprendizaje por encima de la perfección.

La humildad con la que afronta su legado
/ GTRES

La humildad con la que afronta su legado

Esta honestidad sobre sus aciertos y errores demuestra la humildad con la que Denzel Washington afronta su legado, dejando claro que, aunque algunas de sus películas no hayan sido memorables, su impacto en la industria y su compromiso con la actuación son innegables.