Un partido con mucha tensión
En un encuentro lleno de tensión, drama y momentos inesperados, el Real Madrid logró remontar un complicado partido en Mestalla para posicionarse como líder de LaLiga. El Valencia, que inició con fuerza y se adelantó gracias a un gol de Hugo Duro, vio cómo los blancos revertían el marcador en los últimos minutos con los goles de Luka Modric y Jude Bellingham, sellando un 1-2 épico. Este duelo, aplazado previamente por la DANA, tuvo de todo: goles, polémicas arbitrales, un penalti fallado, una expulsión y hasta un homenaje solidario antes del inicio.
Un ambiente especial
El ambiente previo al partido ya apuntaba a una noche especial. Los locales rindieron tributo al Real Madrid por su ayuda tras las inundaciones que afectaron a la región, mientras que fuera del estadio miles de aficionados valencianistas protestaban contra el máximo accionista, Peter Lim. En el césped, el debut del técnico Carlos Corberán añadió un elemento extra de intriga, mientras el Real Madrid recuperaba a Vinícius Jr., quien volvía tras una sanción, con la misión de recuperar el liderato de LaLiga.
Dos caras
Desde el inicio, el partido mostró dos caras: la iniciativa ofensiva del Real Madrid y la resiliencia defensiva del Valencia. Valverde probó suerte con un potente disparo temprano que Dimitrievski despejó con solvencia, mientras que los locales respondieron con rapidez, aprovechando la explosividad de Luis Rioja en el costado izquierdo. Fue este dinamismo lo que permitió a Hugo Duro encontrar el gol en el minuto 27 tras un rebote en el área. Mestalla estallaba de alegría, consciente de que cualquier ventaja frente a un rival como el Real Madrid es crucial.
Reacción del equipo blanco
La reacción blanca no tardó en llegar, pero la sólida línea defensiva del Valencia, liderada por los jóvenes Tárrega, Mosquera y Yarek, frustró los intentos de Vinícius y Bellingham. Incluso cuando el Madrid lograba superar esta barrera, Dimitrievski se mantenía como un muro impenetrable. La primera mitad concluyó con un Valencia en ventaja y una Mestalla vibrante que no dejaba de corear su apoyo a los suyos y de lanzar críticas al rival.
Penalti fallado
En la segunda parte, los incidentes no cesaron. Mbappé provocó un penalti en el minuto 53 que Bellingham desperdició al estrellar el balón contra el palo. La afición local celebró el error como si se tratara de un gol, pero pronto el estadio quedó en silencio tras un gol de Mbappé que fue anulado por fuera de juego. El partido era un constante ir y venir, con el Real Madrid buscando desesperadamente el empate y el Valencia defendiendo con todo.
El momento más polémico
El momento más polémico llegó en el minuto 76, cuando Vinícius, tras un encontronazo con Dimitrievski, recibió la tarjeta roja directa por conducta violenta. La expulsión parecía sentenciar las esperanzas del Real Madrid, pero la entrada de Luka Modric cambió la dinámica del encuentro. Apenas cinco minutos después, el croata aprovechó una oportunidad en el área para igualar el marcador con un toque preciso que superó al guardameta valenciano.
Una montaña rusa emocional
Con el empate, el tiempo añadido se convirtió en una montaña rusa emocional. El Valencia, agotado pero combativo, intentaba mantener el empate, mientras que el Real Madrid apostaba todo al ataque. En el minuto 99, una desafortunada pérdida de Guillamón dejó el balón en los pies de Bellingham, quien no falló en su remate y desató la euforia blanca con el gol de la victoria. El pitido final dejó un Mestalla dividido entre el orgullo por el esfuerzo de su equipo y la decepción de haber perdido en los últimos instantes. Para el Real Madrid, esta victoria no solo significó liderar LaLiga, sino también reafirmar su carácter competitivo incluso en las situaciones más adversas. Para el Valencia, a pesar de la derrota, el partido dejó destellos de esperanza bajo el mando de Corberán y un mensaje claro de que el equipo está dispuesto a pelear cada punto.