Un momento especialmente emotivo
La noche de los Premios Ondas en Barcelona estuvo marcada por un momento especialmente emotivo: la reaparición de Ángel Llàcer, quien a sus 50 años demostró ser un verdadero ejemplo de resiliencia. El actor y presentador acompañó a su amigo Ricard Ustrell, premiado por su programa Col·lapse de 3Cat, y su presencia en la gala se convirtió en un símbolo de lucha y superación tras meses de haber enfrentado serios problemas de salud.
Aprovechó el momento para reflexionar sobre su estado físico
Llàcer, siempre carismático, bromeó sobre la coincidencia de celebrar tanto el cumpleaños de Ustrell como su reciente premio. Sin embargo, también aprovechó el momento para reflexionar sobre su estado físico: «Estoy bien, cojito, pero bien», dijo con una sonrisa que no logró ocultar las huellas de un camino lleno de desafíos. Esta confesión fue la primera referencia pública a las secuelas que le dejó la fascitis necrotizante que padeció a principios de año.
Todo empezó en un viaje a Vietnam en abril
Todo comenzó tras un viaje a Vietnam en abril, donde contrajo la bacteria shigella. A su regreso a España, su estado de salud se deterioró rápidamente, llevándolo a un ingreso de urgencia y múltiples cirugías. La enfermedad, conocida por ser extremadamente agresiva, comprometió gravemente su vida. En entrevistas posteriores, Llàcer describió cómo llegó a despedirse de sus seres queridos, creyendo que no superaría la situación.
La intensidad de su experiencia
«Sentía la muerte cerca, como una voz que me susurraba: ‘ven conmigo y todo terminará'», relató en una conversación con Lecturas, destacando la intensidad de su experiencia. La bacteria destruyó un 30% del músculo de su gemelo, lo que obligó a realizar complicadas intervenciones quirúrgicas para salvar su pierna y, en última instancia, su vida.
Ha encontrado fuerza en el apoyo de sus familiares y amigos
A pesar de lo traumático del proceso, Llàcer ha encontrado fuerza en el apoyo de sus familiares y amigos. Su recuperación, aunque lenta, ha sido constante. Durante meses se sometió a sesiones de rehabilitación que, según él mismo expresó, han sido tan agotadoras como necesarias. «El amor y la ayuda que he recibido me han dado energía para seguir adelante», afirmó.
Enfocado en retomar su vida profesional
Ahora, Ángel Llàcer está enfocado en retomar su vida profesional. Su próximo proyecto, un concurso titulado Soc i Seré en TV3, celebrará la cultura catalana a través de retos creativos y dinámicos. Este programa marcará su regreso a la televisión, donde espera volver a conectar con el público que siempre lo ha apoyado.
Una declaración de intenciones
Su presencia en los Premios Ondas fue, para muchos, una declaración de intenciones: volver a la normalidad, pero con una perspectiva más profunda y agradecida por la vida. «Los premios de mis amigos también son mis premios», comentó en la gala, dejando claro que valora las victorias compartidas tanto como las propias.
Cicatrices evidentes
Aunque las cicatrices, tanto físicas como emocionales, son evidentes, Llàcer sigue mostrando su actitud positiva y su capacidad para encontrar luz incluso en los momentos más oscuros. Cada paso que da hacia su recuperación es un recordatorio del poder de la perseverancia.
Es posible superar incluso las pruebas más difíciles
La historia de Ángel Llàcer no solo inspira a quienes lo rodean, sino que también demuestra que, con apoyo y determinación, es posible superar incluso las pruebas más difíciles.
Optimismo y energía
Su regreso, lleno de optimismo y energía, es un testimonio de cómo convertir el dolor en fortaleza.