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El célebre actor Al Pacino ha llevado una vida tan dramática como los personajes que ha interpretado en la pantalla grande. Conocido por películas icónicas como «El Padrino» y «Serpico», Pacino revela en sus memorias «Sonny Boy» (Cúpula) que su vida privada ha estado llena de desafíos, superaciones y momentos de reflexión profunda. A sus 84 años, comparte detalles de su trayectoria, incluyendo sus ruinas financieras, sus batallas contra las adicciones y el covid-19, y su amor eterno por su madre, Rose.

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Pacino se sinceró al recordar cómo su madre lo mantuvo alejado de la delincuencia y las drogas que se llevaron a sus amigos de la infancia, Petey, Cliffy y Bruce. “No estaba exactamente bajo estricta vigilancia, pero mi madre prestó atención a dónde estaba. Creo que ella me salvó la vida”, reflexiona en sus memorias. Este agradecimiento profundo es lo que motivó su discurso cuando ganó el Óscar por «Esencia de Mujer» en 1992.

Una carrera llena de altibajos
Su carrera ha estado llena de altibajos, y aunque ha tenido momentos de gloria, también ha enfrentado tiempos difíciles. En los años 80, después de una serie de fracasos comerciales, Pacino se retiró del cine para centrarse en el teatro. Durante esos años, sufrió una ruina financiera. «Miré la caja y estaba vacía», relata, destacando cómo su pareja de entonces, Diane Keaton, lo impulsó a regresar al cine.

Su relación con Keaton
La relación con Keaton es una de las más comentadas en el libro. Fue ella quien lo motivó a no rendirse, recordándole que ya no vivía en los años sesenta y que tenía mucho que ofrecer al cine. Su regreso marcó el renacimiento de su carrera, protagonizando éxitos como «Tarde de perros» y «Scarface».

Las relaciones con las madres de sus hijos
Al Pacino también aborda las relaciones con las madres de sus hijos con menor detalle, mencionando a Jan Tarrant, Beverly D’Angelo y Noor Alfallah. Sin embargo, es evidente que su mayor alegría proviene de ser padre. Pacino abandonó Nueva York por Los Ángeles para estar más cerca de sus mellizos, Olivia y Anton, y comparte anécdotas entrañables sobre su vida con ellos.

Una vida no ajena a las estafas
La vida del actor no ha sido ajena a las estafas. En 2011, descubrió que su contable lo había involucrado en una estafa piramidal, lo que lo llevó nuevamente a la ruina.

No se desesperó y continuó trabajando para recuperarse
Sin embargo, Pacino no se desesperó y continuó trabajando para recuperarse. «Pagaba 400.000 dólares al año para cuidar de una casa en la que ni vivía», admite, reflexionando sobre su falta de control financiero.

Ha aprendido a cuidar más de su salud
Con el paso del tiempo, Pacino ha aprendido a cuidar más de su salud. “Con casi ochenta años descubrí que hay que cuidarse”, confiesa, señalando los efectos a largo plazo de los excesos de su juventud.

Muy afectado por la pandemia de covid-19
La pandemia de covid-19 también lo afectó profundamente, llevándolo al borde de la muerte. “En realidad, me morí una vez”, cuenta, describiendo su experiencia cercana a la muerte y su recuperación.

Una visión íntima de su vida
A través de sus memorias, Al Pacino nos ofrece una visión íntima de su vida, marcada por desafíos, resiliencia y un amor inquebrantable por su familia. Su historia es un testimonio de cómo, a pesar de las adversidades, siempre se puede encontrar una razón para seguir adelante.