Jocelyn Wildenstein, la socialité suiza apodada «Catwoman» por sus numerosas cirugías estéticas que le conferían una apariencia felina, falleció el 31 de diciembre de 2024 en París a los 84 años. Su pareja, Lloyd Klein, confirmó que murió pacíficamente mientras dormía, a causa de una embolia pulmonar.
Nacida como Jocelyne Périsset el 5 de agosto de 1940 en Lausana, Suiza, Wildenstein se introdujo en la alta sociedad neoyorquina tras casarse en 1978 con Alec Wildenstein, un acaudalado comerciante de arte. La pareja tuvo dos hijos, Diane y Alec Jr., y su matrimonio los situó en el epicentro de la élite social de Nueva York. Sin embargo, su relación terminó en un sonado divorcio en 1999, que le otorgó a Jocelyn una suma de 2.500 millones de dólares, además de pagos anuales de 100 millones durante 13 años.

La notoriedad de Wildenstein se incrementó debido a sus extensas cirugías plásticas, que transformaron su rostro otorgándole rasgos felinos. Aunque los medios la apodaron «Catwoman» y «La novia de Wildenstein», ella negó haberse sometido a procedimientos excesivos, atribuyendo su apariencia a su herencia suiza. No obstante, admitió haberse realizado una cirugía multimillonaria para hacer sus ojos más parecidos a los de un felino, supuestamente para complacer a su entonces esposo, quien tenía una afición por los grandes felinos.
A pesar de la considerable fortuna obtenida tras su divorcio, Wildenstein enfrentó dificultades financieras en años posteriores. En 2018, se declaró en bancarrota, alegando que sus ingresos eran inexistentes y que ya no recibía los pagos anuales acordados en el divorcio. Sus propiedades, incluyendo tres apartamentos lujosos en la Trump Tower de Nueva York, fueron embargadas.
Desde 2003, mantuvo una relación con el diseñador de moda Lloyd Klein. La pareja fue conocida por su relación tumultuosa, incluyendo incidentes que atrajeron la atención de los medios. A pesar de ello, permanecieron juntos hasta su fallecimiento. Klein, visiblemente afectado, describió sus últimos momentos juntos y expresó su profundo dolor por la pérdida de su compañera de más de dos décadas.
En los días previos a su muerte, Wildenstein y Klein disfrutaron de las festividades navideñas en París, compartiendo momentos en redes sociales que reflejaban su alegría y vitalidad. Su fallecimiento repentino sorprendió a muchos, dado que se le veía en buen estado de salud y ánimo.
La vida de Jocelyn Wildenstein estuvo marcada por el lujo, la controversia y la atención mediática. Su transformación física y su estilo de vida extravagante la convirtieron en una figura emblemática de la alta sociedad neoyorquina, generando tanto fascinación como críticas. Su historia refleja las complejidades de la fama y las presiones sociales en torno a la apariencia y el estatus.
A lo largo de los años, Wildenstein concedió entrevistas en las que defendía sus decisiones estéticas y compartía detalles sobre su vida personal. Recientemente, se anunció la producción de un documental de HBO que exploraría su vida y experiencias, ofreciendo una visión más profunda de su mundo y las motivaciones detrás de sus decisiones.
Su fallecimiento marca el fin de una era en la que su figura simbolizó los extremos de la cirugía estética y la opulencia desmedida. Deja atrás un legado complejo, caracterizado por su influencia en la cultura popular y las discusiones sobre la modificación corporal y la identidad.