El mundo del fútbol está de luto tras el fallecimiento de Sven-Göran Eriksson, exseleccionador de Inglaterra y reconocido entrenador sueco, a los 76 años. Eriksson, quien fue diagnosticado con cáncer de páncreas hace varios meses, murió rodeado de su familia en su hogar.
Eriksson es recordado por su destacada carrera en los banquillos de varios clubes europeos y selecciones nacionales. Su paso por la selección inglesa, desde 2001 hasta 2006, marcó un hito al ser el primer entrenador no británico en asumir ese cargo. Durante su mandato, llevó a Inglaterra a los cuartos de final en tres torneos importantes: la Copa del Mundo de 2002 y 2006, y la Eurocopa de 2004.
Además de su trabajo con la selección inglesa, Eriksson tuvo una carrera exitosa en clubes como la Lazio, con la que ganó la Serie A y la Copa de Italia, y el Benfica, donde conquistó varios títulos de liga. Su estilo de gestión y su capacidad para motivar a sus jugadores le ganaron el respeto y la admiración de muchos en el mundo del fútbol.
La noticia de su fallecimiento ha generado numerosas reacciones en el ámbito deportivo. Jugadores, entrenadores y aficionados han expresado su tristeza y han rendido homenaje a su legado. Eriksson deja una huella imborrable en el fútbol, no solo por sus logros en el campo, sino también por su carácter y dedicación al deporte.
