Cada 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Pasta, una fecha creada para rendir homenaje a uno de los alimentos más consumidos, versátiles y queridos del planeta. Esta jornada no solo celebra su sabor y su capacidad para unir culturas, sino también su papel clave en la alimentación sostenible y saludable.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Pasta?
El Día Mundial de la Pasta fue instaurado en 1998 por la Unione Italiana Food y la International Pasta Organisation (IPO) durante el primer Congreso Mundial de la Pasta celebrado en Roma. El objetivo era destacar la importancia de este alimento en la gastronomía global, fomentar su consumo responsable y dar a conocer sus beneficios nutricionales. Desde entonces, cada año la celebración se traslada a una ciudad distinta, convirtiéndose en un escaparate internacional de creatividad culinaria, innovación y cultura gastronómica.
Un viaje histórico: de la Antigüedad al plato moderno
Aunque muchas personas asocian la pasta con Italia, sus orígenes se remontan mucho antes. Existen registros de preparaciones similares en la antigua Grecia y en China, donde ya se elaboraban masas de harina y agua que se secaban al sol. Sin embargo, la versión que conocemos hoy tomó forma en el Mediterráneo, especialmente en Sicilia, gracias a la influencia árabe en el siglo XII.
Los árabes introdujeron la técnica de secar la pasta para conservarla durante largos viajes, una práctica que permitió su expansión por toda Europa. En Italia, la pasta se convirtió en un símbolo nacional, con regiones como Nápoles, Génova o Emilia-Romaña desarrollando sus propias variedades, salsas y tradiciones.
En el siglo XIX, con la llegada de los emigrantes italianos a América, la pasta se globalizó. Hoy, se estima que se consumen más de 15 millones de toneladas al año en todo el mundo.
Curiosidades que quizás no sabías sobre la pasta
- Marco Polo no la trajo de China: el mito del explorador veneciano es falso. La pasta ya se consumía en Italia mucho antes de sus viajes.
- La primera receta conocida se llamaba makaria y procede de la antigua Grecia, donde se elaboraba una masa de harina y agua secada al sol.
- Se amasaba con los pies: en la Edad Media, la masa se pisaba para darle consistencia antes de las máquinas amasadoras.
- Es el plato más popular del mundo, según un estudio de Oxfam, por delante de la pizza y el arroz.
- Tiene hasta su propia leyenda: una historia popular italiana cuenta que la pasta nació de una pelea entre los dioses Vulcano y Ceres.
- Cocinarla “al dente” tiene ventajas: se digiere más lentamente, mantiene la saciedad y conserva su textura perfecta.
- Es un alimento sostenible, con una de las huellas de carbono más bajas dentro de los productos procesados.
Un alimento completo, saludable y sostenible
La pasta es un carbohidrato complejo que proporciona energía de larga duración. Es baja en grasa, rica en proteínas vegetales y, si es integral, aporta fibra, minerales y triptófano, un aminoácido relacionado con la serotonina y el bienestar. Además, al ser de origen vegetal y requerir pocos recursos en su producción, la pasta se considera una opción respetuosa con el medio ambiente, ideal para una dieta equilibrada y sostenible.
Más que un plato: un símbolo de cultura y convivencia
Desde los espaguetis napolitanos hasta los tagliatelle boloñeses, pasando por los ramen japoneses o los fideos chinos, la pasta ha trascendido fronteras para convertirse en un lenguaje gastronómico universal. Cada cultura la adapta a su estilo, pero el espíritu es el mismo: compartir, disfrutar y celebrar.
Así que, el 25 de octubre, ya sea con una carbonara tradicional, unos ravioli caseros o un simple plato de pasta con aceite de oliva, el mundo entero se une en torno a una tradición milenaria que nunca pasa de moda.
