En el último día de su visita oficial a Egipto, los Reyes de España sellaron su recorrido con una imagen de alto valor simbólico: una fotografía frente a las pirámides de Guiza, acompañados por el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y la primera dama del país, Entissar Amer. El momento, cargado de significado histórico y diplomático, también dejó una estampa de elegancia sobria por parte de la reina Letizia, quien eligió un estilismo acorde al entorno y al carácter institucional del acto.

El vestido, de líneas fluidas y manga larga abullonada, estaba confeccionado en un tejido ligero que acompañaba el movimiento con naturalidad. El tono azul, intenso pero sin estridencias, evocaba el cielo crepuscular y aportaba un aire solemne, ideal para una jornada marcada por el simbolismo histórico. El diseño, sin estampados ni ornamentos, reforzaba la apuesta por la discreción cromática y la elegancia funcional, en sintonía con el entorno patrimonial.
Letizia completó el conjunto con unos zapatos plateados y un bolso de mano estructurado, ambos de la firma española Magrit, reafirmando su apoyo al diseño nacional en actos de representación exterior. Como joyas, lució unos pendientes con forma de rombo, de oro blanco y diamantes, que aportaban luz sin restar protagonismo al vestido. El cabello, suelto, como suele ser habitual en sus estilismos, una elección práctica y sofisticada que se movía con el viento del desierto.

Este estilismo, cuidadosamente elegido, proyectó una imagen de elegancia consciente y respeto institucional, en línea con el tono del viaje. La Reina mantuvo durante toda la visita una coherencia estética basada en la neutralidad cromática, los tejidos naturales y los guiños al diseño local, como se vio en su elección de prendas de autor egipcio en días anteriores.
La fotografía de los Reyes con las pirámides al fondo, junto a las autoridades egipcias, no sólo marca el cierre de una visita de alto perfil diplomático, sino que también consolida el papel de Letizia como referente de moda internacional adaptada al contexto, capaz de integrar su estilo en escenarios históricos sin perder identidad.