Bizcocho casero, confesiones y a capela: Rosalía conquista ‘La Revuelta’

La entrada de Rosalía en La Revuelta no fue casual ni improvisada. La artista catalana apareció en el plató arrastrando una maleta vacía, un gesto cargado de simbolismo que acompañó su presentación en el programa de David Broncano y que conectó directamente con el imaginario de su nuevo disco, Lux. Lejos de ser un simple atrezzo, la maleta funcionó como una metáfora visual de tránsito, desapego y transformación personal.

Los hermanos David y José Muñoz (Estopa), participaron en el arranque del programa con una intervención que combinó humor costumbrista, referencias a su barrio y complicidad con el resto de invitados. En el sketch inicial, que simulaba una junta de vecinos madrileños preocupados por “la que canta demasiado”, los de Cornellà se mostraron fieles a su estilo: espontáneos, irónicos y con ese aire de calle que los ha convertido en referentes de la música popular española.

“Yo la he oído cantar desde el patio interior, y no desafina, ¿eh?”, bromeó David Muñoz, en alusión a Rosalía, mientras José añadía: “Si canta así en la ducha, que se quede a vivir aquí”. Su intervención, breve pero efectiva, conectó con el tono coral del sketch, en el que también participaron Pedro Almodóvar, Carmen Machi, Manuela Carmena, Javier Calvo y Alexia Putellas, entre otros.

La emisión, grabada en Madrid días antes, generó una auténtica aglomeración en los alrededores del plató, con cientos de fans esperando a la artista y compartiendo imágenes en redes sociales. El episodio alcanzó cifras récord de audiencia, superando los 2,7 millones de espectadores y convirtiéndose en el programa más visto de la semana en su franja.

Durante la entrevista en La Revuelta, Rosalía ofreció una de sus intervenciones más personales y espontáneas en televisión. En un ambiente relajado y cómplice con David Broncano, la artista habló con naturalidad sobre el proceso de creación de Lux, un disco que definió como “una búsqueda interior” y que, según explicó, nació de un periodo de introspección marcado por el silencio, la lectura y la meditación. Reveló que muchas de las letras surgieron en momentos de soledad, y que la espiritualidad que impregna el álbum no responde a una religión concreta, sino a una necesidad de conexión profunda con lo intangible.

Rosalía también compartió detalles de su rutina diaria, desde sus hábitos de estudio vocal hasta sus paseos por el campo, y confesó que el bizcocho que llevó al plató lo había horneado ella misma esa mañana, como gesto de cariño hacia el equipo y el público. Al cantar a capela fragmentos de La Perla, emocionó a los asistentes con una interpretación delicada y sincera, que fue recibida con ovación. Su actitud, entre divertida y reflexiva, mostró una faceta más doméstica y accesible, alejada del aura de estrella internacional que suele rodearla. También emocionó cuando envió un mensaje a Aroa, una fan que se desmayó en uno de sus conciertos: “Agüita, electrolitos y lo que haga falta para mantenerte hasta el final”.

Durante la entrevista, Rosalía habló de su proceso creativo con frases que ya circulan como titulares: “Siempre me digo: sé libre, que le den a quien esté mirando”, dijo al explicar cómo se enfrenta a la composición. Sobre el contenido de Lux, aclaró que “siempre hay un poco de ficción y de no ficción”, y evitó confirmar si algunas canciones estaban dedicadas a exparejas como C. Tangana o Rauw Alejandro: “Yo no digo nada”, respondió entre risas.

La artista también compartió detalles personales con naturalidad. Al ser preguntada por su vida sentimental, bromeó: “Ayer tuve un sueño muy lúcido de que acababa de tener un orgasmo. No sé cómo contaría eso”. Y cuando Broncano le lanzó la clásica pregunta sobre el dinero, esquivó con elegancia: “No me puedo quejar, estoy muy agradecida”.