Para muchos viajeros, recorrer un país al volante es sinónimo de libertad. Poder detenerse en un mirador inesperado, improvisar una parada en un pueblo con encanto o cambiar de ruta sin restricciones son algunos de los placeres que ofrece el turismo por carretera. Pero esta experiencia puede verse condicionada por un factor clave: la facilidad para conducir y orientarse en el país elegido. En este sentido, España ha sido reconocida recientemente como uno de los destinos más cómodos del mundo para explorar en coche.
Según un estudio elaborado por la plataforma de alquiler de vehículos DiscoverCars.com, España se sitúa como el cuarto país más sencillo para conducir, con una nota de 8,73 sobre 10 otorgada por conductores extranjeros. La encuesta, basada en las opiniones de casi 6.000 personas, evaluó la claridad de las señales, el estado de las carreteras y la experiencia general al circular por diferentes destinos internacionales.

Este reconocimiento no es casual. España cuenta con una de las redes de autovías más extensas de Europa, bien conservada y conectada, que permite desplazarse de forma ágil entre regiones. Pero más allá de las grandes vías, son muchos los visitantes que prefieren adentrarse por las carreteras secundarias, donde cada curva puede esconder un viñedo, una playa poco conocida o una aldea donde el tiempo parece detenerse.
La señalización es otro de los aspectos que los turistas valoran positivamente. En general, las señales son claras y estandarizadas, lo que reduce las posibilidades de error. Aun así, hay elementos del tráfico español que pueden desconcertar a algunos visitantes, especialmente a quienes provienen de países donde ciertas normas no son habituales. Un ejemplo frecuente son las rotondas, muy comunes en las ciudades y pueblos de España. Aunque su funcionamiento es simple, su abundancia y las diferencias en regulación (con o sin semáforos) pueden generar cierta confusión inicial.
En el ranking global, el país mejor valorado fue Nueva Zelanda, seguido por Chipre y Australia. En Europa, Alemania también obtuvo una alta puntuación gracias a su famosa Autobahn, una red de autopistas que es referencia mundial en eficiencia y seguridad. Portugal y Francia, vecinos directos de España, también entraron en el top ten, lo que demuestra que la conducción en la Europa meridional goza de buena fama entre los visitantes.
Más allá de las valoraciones, lo cierto es que recorrer España al volante ofrece una forma privilegiada de conocer el país. Desde las Rías Baixas hasta la Costa Tropical, desde los desiertos de Almería hasta los Pirineos, hay paisajes y culturas distintas que se suceden en apenas unas horas de trayecto. Y lo mejor es que, según quienes ya lo han vivido, hacerlo resulta cómodo y accesible.
Así pues, si estás pensando en descubrir España con calma, disfrutando del trayecto tanto como del destino, alquilar un coche puede ser la opción perfecta. Según miles de viajeros, pocas experiencias son tan gratificantes como perderse —esta vez en el buen sentido— por las carreteras de nuestro país.