La reina Matilde de Bélgica presidió ayer la conmemoración del 80 aniversario de la liberación de Lieja durante la Segunda Guerra Mundial. Este evento histórico tuvo lugar en la ciudad de Lieja, donde se llevaron a cabo diversas actividades para recordar la liberación de la ciudad por las fuerzas aliadas en 1944.
La ceremonia principal se celebró en la Plaza Saint-Lambert, donde la reina Matilde, acompañada por autoridades locales y veteranos de guerra, rindió homenaje a los soldados que sacrificaron sus vidas por la libertad. Durante su discurso, la reina destacó la importancia de recordar y honrar a aquellos que lucharon contra la opresión nazi, subrayando que su valentía y sacrificio no deben ser olvidados.
El evento incluyó un desfile militar en el que participaron unidades históricas y modernas del ejército belga, así como representantes de los países aliados que contribuyeron a la liberación de Bélgica. La banda militar interpretó himnos nacionales y canciones de la época, creando un ambiente solemne y emotivo.
Además del desfile, se organizaron exposiciones y actividades educativas en varios puntos de la ciudad. Estas actividades permitieron a los asistentes, especialmente a los jóvenes, aprender más sobre los eventos de la Segunda Guerra Mundial y la importancia de la liberación de Lieja. Los veteranos de guerra compartieron sus experiencias y recuerdos, proporcionando una conexión directa con la historia.
La presencia de la reina Matilde en este aniversario subraya el compromiso de la familia real belga con la memoria histórica y el reconocimiento de los sacrificios realizados por las generaciones pasadas. Su participación en la ceremonia fue un recordatorio de la importancia de la unidad y la solidaridad en tiempos de crisis.
El 80 aniversario de la liberación de Lieja no solo fue una oportunidad para honrar a los héroes del pasado, sino también para reflexionar sobre los valores de libertad y democracia que siguen siendo fundamentales en la sociedad actual.
