
Una despedida entre abrazos y futuro incierto
La infanta Sofía ha cerrado una etapa importante de su vida con su graduación en el UWC Atlantic College de Gales. En esta ceremonia, celebrada en el castillo de San Donato, no faltaron sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia, quienes mostraron su orgullo acompañando a su hija menor. La ausencia de la princesa Leonor, debido a su formación naval en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, subrayó las distintas rutas que tomarán ambas hermanas a partir de ahora.

Dos trayectorias, dos destinos
Mientras que Leonor ha seguido el camino trazado por su papel como heredera al trono —incluyendo una estricta formación militar—, Sofía inicia una etapa más abierta y menos protocolaria. La Casa Real ha confirmado que no está previsto que la infanta reciba instrucción castrense, lo que señala un horizonte distinto, posiblemente más académico o civil, y alejado de los compromisos institucionales más exigentes.

Un discurso cargado de emoción y reconocimiento
Durante la ceremonia, la tutora del UWC elogió a Sofía con palabras llenas de afecto y respeto. Destacó su evolución personal, su empatía y su capacidad de apoyo hacia sus compañeros. Este reconocimiento público refuerza la imagen de una joven comprometida con su entorno, discreta, pero firme en sus valores, alejada del foco mediático habitual en la familia real.

Un entorno internacional que marca diferencias
El UWC Atlantic College, conocido por su enfoque multicultural y su visión educativa global, ha ofrecido a Sofía una experiencia enriquecedora. Ha compartido aulas y vivencias con jóvenes de 58 nacionalidades distintas, una vivencia que probablemente marcará su visión del mundo y su futura orientación vital. Este entorno internacional contrasta con las instituciones más tradicionales donde se han formado muchos miembros de la realeza europea.

Estilo propio en una celebración íntima
Para su graduación, Sofía eligió un mono rojo que destacaba por su sencillez elegante. La Casa Real difundió imágenes de la familia en un ambiente distendido, lejos de los grandes actos oficiales. El tono íntimo y familiar de la ceremonia sugiere que, al menos por ahora, se busca proteger su desarrollo personal antes de asignarle más protagonismo público.

A la espera de un nuevo rumbo académico
Todavía no se ha hecho público qué carrera universitaria elegirá la infanta, aunque la formación obtenida le permite acceder a centros tanto en España como en el extranjero sin necesidad de superar la EVAU. El abanico de opciones está abierto, y no se descarta que siga un camino similar al de su padre, quien estudió en Madrid antes de ampliar estudios en Estados Unidos.

Una figura aún discreta pero con potencial creciente
Aunque su agenda institucional ha sido limitada hasta ahora, la mayoría de edad de Sofía podría marcar el inicio de una participación más activa en actos públicos. De hecho, ya debutó en solitario en diciembre con la entrega de premios de fotografía. Este tipo de actos podría ir en aumento, aunque es previsible que su papel continúe siendo complementario al de su hermana mayor.