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Gustavo Higueruela.

14 mayo 2025.

Gente y corazón Realeza

Victoria Federica y Borja Moreno consolidan su romance entre besos en Las Ventas — GTRES

Una pasión compartida más allá de los focos

Victoria Federica y Borja Moreno no solo comparten escenas públicas cargadas de gestos cariñosos, sino que también parecen compartir una pasión común por los ambientes tradicionales y elitistas. La plaza de toros de Las Ventas, en plena feria de San Isidro, no es simplemente un escenario para mostrarse, sino un reflejo del entorno cultural y social en el que ambos se sienten cómodos. Lejos de esconderse, han hecho de estas apariciones públicas una declaración de afinidad con ese mundo taurino que sigue atrayendo a la aristocracia madrileña.

De la discreción al protagonismo emocional

Aunque su relación comenzó con una marcada discreción, cada nuevo encuentro público evidencia una evolución. Atrás han quedado los días de evitar cámaras o desviar la atención. Ahora, los gestos de complicidad y cariño fluyen con naturalidad. El beso en la mejilla que Borja le dio a Victoria en Las Ventas es más que una muestra de afecto: simboliza una normalización de su romance, sin miedo al juicio mediático ni a la atención constante.

Un vínculo forjado entre bastidores

El inicio de esta historia no tuvo lugar ante los flashes, sino entre bambalinas de la alta sociedad, concretamente en el Trocadero Sotogrande. Ese restaurante exclusivo no solo es punto de encuentro para la élite, sino también el espacio donde, según testigos cercanos, comenzó a fraguarse esta conexión. Allí, en un ambiente relajado y rodeados de amistades comunes, Victoria y Borja comenzaron a construir una relación que, con el tiempo, ha ganado fuerza y solidez.

Marbella, Baqueira y otros refugios de la pareja

Los destinos que frecuentan también dicen mucho de cómo viven su relación. Marbella, Madrid, Baqueira… son lugares emblemáticos para los jóvenes vinculados a familias influyentes. No se trata solo de vacaciones o escapadas románticas: son territorios donde se mueven con soltura, integrados en una red de vínculos sociales que les facilita una vida llena de eventos, cenas privadas y encuentros discretos. Allí su relación crece con naturalidad, arropada por un entorno que conocen desde la infancia.

De la esfera privada a los planes de futuro

Aunque no han hecho declaraciones formales, el entorno de ambos da por hecho que la relación está consolidada y con perspectivas de futuro. Sus planes, según comentan quienes les conocen, pasan por seguir construyendo una vida en común sin renunciar a sus agendas individuales. Él, como figura emergente en la gestión de relaciones públicas de espacios exclusivos; ella, cada vez más presente en actos sociales, parece dispuesta a combinar amor y vida pública con una soltura que recuerda a figuras reales europeas de generaciones anteriores.

Entre la tradición y el presente mediático

La relación entre Victoria Federica y Borja Moreno es, en el fondo, un ejemplo del nuevo modo en que la aristocracia y la jet set española se relacionan con los medios. No rehúyen la visibilidad, pero la gestionan con astucia. Han entendido que la imagen es parte de su realidad, y juegan con ella para construir un relato de modernidad anclado en símbolos tradicionales como la tauromaquia o los veraneos en lugares emblemáticos. Un equilibrio entre el ayer y el hoy que los convierte en una pareja observada, comentada… y cada vez más consolidada.

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Victoria Federica y Borja Moreno consolidan su romance entre besos en Las Ventas

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