
Un cierre inesperado para una apuesta verde
La cadena de restaurantes veganos Neat Burger, respaldada por Leonardo DiCaprio y Lewis Hamilton, ha bajado la persiana en el Reino Unido tras seis años de andadura. Aunque nació con una propuesta sostenible y moderna, no logró consolidarse en un mercado cada vez más exigente y competitivo.

De la fama a las pérdidas millonarias
Con más de 9 millones de euros en números rojos, la empresa no ha podido sostener su modelo de negocio. La expectación que generaron sus fundadores no fue suficiente para salvar unos resultados económicos que desde el principio mostraron señales preocupantes.

Una idea comprometida con el medio ambiente
Lewis Hamilton, convencido defensor del veganismo desde 2017, quiso promover un estilo de vida más saludable y respetuoso con el planeta. Su colaboración con DiCaprio, otro rostro muy vinculado a causas ecológicas, daba a entender una alianza poderosa para cambiar el mundo… al menos desde la cocina.

Un estreno ilusionante que se fue apagando
Neat Burger comenzó su andadura en Londres en 2019 con gran entusiasmo. Las primeras reseñas elogiaban la calidad de sus hamburguesas vegetales y el enfoque fresco de su carta. Pero con el paso de los meses, el interés del público disminuyó y las cifras empezaron a torcerse.

Reducción progresiva hasta la desaparición total
Ya en 2023 la cadena cerró la mitad de sus locales en Londres. Aquel fue el primer aviso serio de que algo no funcionaba. Este 2025, con sólo dos restaurantes aún abiertos, la empresa ha confirmado que también echan el cierre definitivo, lo que podría dejar sin empleo a unas 150 personas.

Problemas de higiene que dañaron la reputación
Uno de los golpes más duros a la imagen de Neat Burger vino en forma de informe sanitario. Una de sus sucursales en Camden recibió una calificación de dos sobre cinco en higiene. Aunque el problema se resolvió rápidamente, el daño reputacional ya estaba hecho.

Fracaso en la internacionalización del proyecto
La expansión internacional tampoco dio los frutos esperados. La apertura de locales en Milán y Nueva York fue breve y poco rentable. La sucursal neoyorquina, en particular, tuvo que cerrar en verano de 2024 por falta de clientes.

Una promesa de cambio que no encontró su público
El lema de Neat Burger era ofrecer comida sabrosa y sostenible, una alternativa para quienes deseaban dejar la carne. Sin embargo, el mensaje no caló lo suficiente, o quizás no se supo transmitir adecuadamente en un sector donde la competencia vegana ha crecido de forma vertiginosa.

El reto de unir sostenibilidad y rentabilidad
Neat Burger se enfrentó al gran dilema de muchos negocios verdes: cómo mantener los ideales ecológicos sin comprometer la viabilidad económica. La respuesta, al menos en este caso, ha sido amarga. La coherencia medioambiental no bastó para atraer y fidelizar a los consumidores.