
Estonia es un paraíso para el turismo sostenible
Estonia se ha convertido en un ejemplo de turismo sostenible gracias a la relación que sus habitantes mantienen con el entorno natural. Este pequeño país báltico, donde la modernidad convive con una fuerte herencia cultural y una impresionante biodiversidad, ofrece a los visitantes una forma de viajar más consciente, pausada y respetuosa.

Un país comprometido
Comprometida con la protección de sus recursos naturales y culturales, Estonia invita a descubrir su territorio de manera responsable. A través de cinco experiencias clave, los viajeros pueden vivir el destino de una forma auténtica mientras contribuyen activamente a su conservación. Aquí te contamos cómo disfrutar de Estonia de una manera más sostenible.

Naturaleza accesible
Con más del 50% de su territorio cubierto de bosques, Estonia es un verdadero santuario natural. Sus paisajes se pueden recorrer a pie, en bicicleta o incluso en canoa. Así ofrece la posibilidad de reconectar con la naturaleza y adoptar un ritmo de viaje más lento y respetuoso. La calidad del aire, una de las mejores del mundo según la OMS, es solo una muestra de la armonía entre naturaleza y sociedad.

Naturaleza accesible
Además, el país alberga numerosas áreas protegidas, que representan casi una quinta parte de su superficie. Estos espacios no solo son esenciales para preservar la biodiversidad, sino que también permiten observar animales como linces, osos y aves en su hábitat natural. Las excursiones guiadas, así como su fuerte infraestructura en transporte público, promueven la educación ambiental y fomentan un turismo responsable.

Movilidad sostenible en entornos urbanos
No solo los bosques hacen de Estonia un ejemplo de sostenibilidad. En las ciudades, los visitantes pueden moverse de manera ecológica. Esto es así gracias a un eficiente sistema de transporte público, redes de bicicletas y servicios de coches eléctricos compartidos. Especialmente en la capital, Tallin, es posible desplazarse con una huella mínima de carbono.

Movilidad sostenible en entornos urbanos
Esta combinación entre naturaleza y ciudad permite al viajero disfrutar del país sin necesidad de grandes desplazamientos. Todo está pensado para que el turismo sea accesible, cómodo y responsable, incluso en los entornos más urbanos.

Gastronomía local y de temporada
La cocina estonia es otro reflejo de su compromiso con la sostenibilidad. En todo el país, tanto pequeños locales como restaurantes de prestigio apuestan por productos locales, de temporada y de origen responsable. Restaurantes como Fotografiska, SOO y Kolm Sõsarat han sido reconocidos con la Estrella Verde Michelin por su enfoque ético y circular. Estos lugares se abastecen siempre de productos de proximidad.

Gastronomía local y de temporada
Además, los mercados locales ofrecen una experiencia directa con los sabores del territorio. Productos frescos, artesanales y elaboraciones tradicionales como las pirukas permiten a los turistas conocer la cultura gastronómica estonia de forma auténtica y directa.

Artesanía tradicional
La artesanía es otro pilar del turismo sostenible en Estonia. En talleres y tiendas locales como la Estonian Handicraft House es posible encontrar bordados, cerámica o trabajos en madera que forman parte de la herencia cultural del país. Estas piezas no solo son unos recuerdos bonitos que llevarte del país, sino también una forma de preservar técnicas ancestrales.

Artesanía tradicional
Algunas marcas y diseñadores, como Haeska Ceramics o Reet Aus, han llevado esta tradición un paso más allá. Integran prácticas sostenibles en sus procesos, como el uso de materiales naturales y el reciclaje textil. Así, cada objeto cuenta una historia de respeto por el entorno y de orgullo por las raíces.

Alojamientos con compromiso verde
Dormir en Estonia también puede ser una experiencia ecológica. El país cuenta con numerosos alojamientos certificados con el sello Green Key. Esto garantiza prácticas sostenibles como el ahorro energético, el uso de productos locales y el mínimo impacto ambiental. Opciones como Maidla Nature Villa, entre turberas, o Vihula Manor, en pleno Parque Nacional de Lahemaa, ofrecen una estancia cómoda en plena naturaleza.

Alojamientos con compromiso verde
Muchos de estos alojamientos son negocios familiares que no solo cuidan del medioambiente, sino también de la economía local. Además, proponen actividades que permiten a los visitantes involucrarse de manera más profunda con la cultura y el entorno del país.

Tradiciones vivas y participación comunitaria
Estonia también se distingue por mantener vivas sus tradiciones. En regiones rurales como Võromaa o Setomaa, la sostenibilidad no es una moda, sino parte del modo de vida. Participar en una sauna de humo, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial, es una forma de acercarse a la historia y espiritualidad del pueblo estonio.

Tradiciones vivas y participación comunitaria
En estos enclaves, los visitantes pueden sumarse a talleres de cocina, sesiones de canto polifónico o festivales locales como el Viljandi Folk. Estas experiencias van más allá del turismo convencional y fomentan un intercambio entre culturas.

Un destino que cuida lo que ama
Viajar a Estonia es mucho más que visitar un destino. Es una oportunidad de integrarse en un modelo de turismo que valora lo local, protege el entorno y respeta el tiempo y la esencia de cada lugar. Con su enfoque sostenible, este país báltico demuestra que otra forma de viajar es posible. Una forma de viajar que deja huella en tu interior, pero no en el planeta.