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En un país donde más del 65% de la población declara leer con frecuencia, y donde los niños lideran la estadística, fomentar la lectura desde edades tempranas es clave para consolidar un hábito que puede durar toda la vida. Con motivo del Día del Libro, la pedagoga Meira Koponen ofrece una guía clara y sencilla para elegir el libro adecuado según la edad y el desarrollo de los más pequeños.

La lectura en cifras
Según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2024, los niños y niñas de entre 6 y 9 años son la franja que más lee por ocio, un 80%, seguidos por los jóvenes de 14 a 24 años, un 75%. Un dato que refuerza la importancia de ofrecer lecturas atractivas y adaptadas a cada etapa. “Elegir el libro adecuado es como elegir los zapatos adecuados”, explica Koponen. “Debe ajustarse a la edad, al momento de desarrollo y a los intereses del niño o la niña”.

De 0 a 1 año: libros para explorar con los sentidos
En esta etapa, los bebés experimentan el mundo a través del tacto, la vista y el oído. Los libros de tela o cartón con texturas, imágenes contrastadas o ilustraciones sencillas son ideales. Leerles en voz alta, especialmente con rimas, fortalece el vínculo emocional y ayuda al desarrollo del lenguaje.

De 1 a 2 años: historias sencillas y elementos interactivos
A esta edad, los pequeños son curiosos por naturaleza. Los libros que incluyen solapas, texturas y colores vivos captan su atención. La repetición, las rimas y los cuentos que permiten anticipar lo que va a pasar también son efectivos.

De 3 a 6 años: imaginación, humor y personajes cercanos
Esta es la etapa ideal para introducir relatos más elaborados, con personajes con los que se identifiquen, mucho color y un toque de humor. Es también el momento de incluir herramientas que refuercen las habilidades lectoras.

De 7 a 9 años: confianza y autonomía en la lectura
Los primeros lectores deben tener libros con frases sencillas, ilustraciones de apoyo y tramas atractivas. Las series o los libros con humor son una buena opción. Aun así, es importante que los padres sigan leyendo en voz alta, ya que eso les expone a vocabulario y estructuras más complejas.

De 10 a 13 años: lecturas que conecten con su mundo interior
A medida que crecen, los niños buscan historias más profundas. Los libros deben abordar temas como la amistad, el cambio, la identidad o los dilemas personales. Ya sea ficción, poesía, fantasía o memorias, lo importante es que sientan que están leyendo algo que habla de ellos.

La lectura, un regalo que dura toda la vida
La clave está en acompañar, no imponer. Permitir que los niños elijan sus lecturas y adaptarse a sus intereses puede marcar la diferencia entre un hábito pasajero y una pasión duradera. “La lectura no debe ser una obligación, sino una experiencia personal, divertida y significativa”, concluye Koponen.