
Un nuevo capítulo en la vida familiar de Rafa Nadal
Rafa Nadal y su esposa, Mery Perelló, están esperando su segundo hijo. La noticia, confirmada por medios cercanos a la pareja, llega cuando Mery se encuentra en su quinto mes de embarazo. El bebé nacerá en verano y se unirá al pequeño Rafa, su primer hijo, que ya tiene dos años y medio. Este segundo embarazo está transcurriendo con normalidad, lo que llena de tranquilidad y alegría a ambos.

Una historia de amor que resiste el paso del tiempo
La relación entre Rafa y Mery nació en Manacor, su pueblo natal, cuando aún eran adolescentes. Desde entonces, han construido una historia discreta pero firme, con más de veinte años de relación y casi seis de matrimonio. Su boda, celebrada en 2019 en la espectacular finca mallorquina de Sa Fortaleza, fue un reflejo de su estilo: elegante, íntima y sin grandes alardes mediáticos.

El sueño de ser padres, cumplido por partida doble
Aunque Nadal había declarado que quería ser padre al retirarse, su deseo se cumplió antes de lo previsto. El nacimiento de su hijo mayor, en octubre de 2022, supuso un punto de inflexión en su vida. Ahora, con la llegada del segundo, la familia se prepara para otro momento clave, cargado de ilusión. Para él, más que una meta, la paternidad representa una forma de transmitir valores fundamentales.

Un hogar discreto y lleno de afecto en Mallorca
La pareja vive en Mallorca, rodeada de tranquilidad y lejos del bullicio mediático. Rafa y Mery siempre han defendido una vida lo más normal posible, centrada en la familia, en sus raíces y en la calma del entorno mediterráneo. La llegada del nuevo bebé reforzará aún más ese refugio que han construido juntos.

La despedida de las pistas más emotiva que se recuerda
El pasado octubre, Nadal anunciaba su adiós al tenis profesional. Lo hizo con un vídeo en el que agradeció a su familia el apoyo incondicional que le había permitido mantenerse competitivo durante tantos años. En esas palabras se percibía no solo cariño, sino también una transición hacia una etapa mucho más íntima.

Un último partido con sabor a hogar y gratitud
Rafa jugó su último partido en la Copa Davis, rodeado por los suyos. Sus padres, su hermana, su mujer y su hijo estuvieron presentes en un momento cargado de simbolismo. Aquella despedida fue el cierre perfecto a una carrera brillante, pero también el inicio de un nuevo camino más centrado en lo personal.

El deporte, aún presente en su filosofía familiar
Aunque ya no compite, Nadal ha señalado en varias entrevistas que le gustaría que sus hijos crecieran rodeados de los valores que aporta el deporte: esfuerzo, respeto y superación. Sin imponer caminos, su intención es educarlos en la disciplina que él mismo ha vivido desde niño, aunque sin necesidad de que se dediquen al tenis.

Una nueva etapa alejada del foco mediático
Desde su retirada, Rafa ha evitado las apariciones públicas, salvo en contadas ocasiones. Se ha centrado en descansar y disfrutar de los pequeños momentos. Viajes en familia, paseos por Mallorca o juegos con su hijo forman ahora su rutina. El anuncio del embarazo no cambia esa línea: seguirá priorizando su vida privada.

El cariño del público, intacto fuera de la pista
A pesar de su ausencia en los torneos, Nadal sigue recibiendo muestras de afecto allá donde va. Muchos aficionados le felicitan por su faceta como padre, que ha calado especialmente entre quienes han seguido su evolución desde que era un adolescente. Ahora, la admiración va más allá del deporte. El próximo verano será especial para Rafa y Mery. No solo por las vacaciones o el descanso lejos del calendario competitivo, sino por la llegada del nuevo bebé. Una segunda paternidad que confirma que, tras el tenis, la vida sigue con nuevas alegrías, igual de intensas, aunque en un escenario diferente.