
Un duelo de infarto en el Bernabéu
El Real Madrid y la Real Sociedad protagonizaron una de las semifinales más emocionantes de la Copa del Rey. Un partido que tuvo de todo: remontadas, goles en propia puerta, una prórroga agónica y un héroe inesperado en los últimos minutos.

Endrick enciende el Bernabéu
El joven brasileño, gran apuesta de Ancelotti, demostró su talento con un tanto de gran calidad que parecía encaminar la eliminatoria. Su movilidad y su valentía marcaron el ritmo del ataque madridista en la primera parte.

La Real Sociedad responde con valentía
Lejos de amedrentarse, el equipo vasco buscó su oportunidad al contragolpe. Barrenetxea encontró el hueco perfecto para batir a Lunin y devolver la igualdad a la eliminatoria con un disparo raso y preciso.

Autogoles y desconcierto: el Madrid contra sí mismo
En un giro inesperado, dos goles en propia puerta pusieron al Real Madrid en una situación crítica. La Real Sociedad aprovechó los nervios en la defensa blanca y dejó en silencio a la afición merengue.

Bellingham y Tchouaméni lideran la reacción
El conjunto blanco, herido en su orgullo, respondió con furia. Bellingham remató con potencia un centro de Vinícius, y Tchouaméni, con un cabezazo certero, devolvió la ventaja a los locales.

Oyarzabal silencia el Bernabéu en el último suspiro
Cuando todo parecía decidido, Oyarzabal apareció en el minuto 93 para marcar de cabeza y mandar el partido a la prórroga. La defensa madridista quedó congelada ante el preciso remate del delantero donostiarra.

Prórroga de tensión y oportunidades fallidas
El tiempo extra comenzó con errores de ambos equipos y ocasiones claras, pero ni Vinícius ni los atacantes de la Real Sociedad lograban acertar en los metros finales.

La Real Sociedad se queda sin gasolina
Con el paso de los minutos, los vascos empezaron a notar el desgaste físico. El Real Madrid, con mayor profundidad de banquillo, se hizo con el control total del partido y empujó con insistencia.

Rüdiger se viste de héroe
Cuando los penaltis parecían inevitables, apareció Antonio Rüdiger. Un cabezazo imparable tras un saque de esquina de Güler en el minuto 115 desató la locura en el Bernabéu y sentenció el pase a la final.

Festejo madridista y decepción donostiarra
El pitido final desató la celebración del Madrid, que volverá a luchar por la Copa del Rey el 26 de abril. La Real Sociedad, pese a su enorme esfuerzo, se quedó a las puertas de una final que tuvo al alcance de la mano. Con su billete asegurado para la Cartuja, el equipo de Ancelotti buscará sumar un nuevo título a sus vitrinas. Tras un partido para el recuerdo, la final promete ser otro duelo cargado de emoción y tensión.