
El Real Madrid y su romance con las gestas imposibles
Hay equipos que se rinden, otros que luchan hasta el final y después está el Real Madrid, un club que ha hecho de la épica su identidad. En una noche de Champions cargada de dramatismo, el conjunto blanco volvió a desafiar la lógica con una remontada de esas que alimentan su leyenda, derrotando 2-3 al Manchester City en el Etihad Stadium

Un inicio con guion inesperado
El Etihad esperaba otra exhibición de su equipo, pero lo que encontró fue un Real Madrid que tomó el control con descaro. Los de Ancelotti tejieron un plan meticuloso: contragolpes rápidos y presión inteligente. La grada inglesa, acostumbrada a la posesión abrumadora del City, asistió atónita al cambio de roles.

Haaland, un depredador que no necesita mucho
El Madrid dominaba, pero el fútbol es caprichoso. En una jugada aislada, Haaland recordó por qué es un delantero temible. Con una arrancada fulminante y un remate quirúrgico tras un pase de Gvardiol, el noruego silenció momentáneamente a los madridistas. En el VAR, la incertidumbre duró minutos, pero el gol subió al marcador.

Courtois y Asensio, héroes en la sombra
El tanto desató la mejor versión del City. Durante varios minutos, el equipo de Guardiola recordó al campeón de Europa con un vendaval ofensivo. Solo la firmeza de Asensio en defensa y una mano milagrosa de Courtois evitaron que el 2-0 cayera como una losa sobre los visitantes.

La resistencia blanca y el travesaño de Vinícius
Sin desesperar, el Madrid se reagrupó y volvió a la carga. El travesaño impidió un golazo de Vinícius en una jugada eléctrica, mientras que Mbappé erró una ocasión que, en otras circunstancias, no habría desperdiciado. La sensación de que la historia aún tenía giros por escribir flotaba en el aire.

Un empate con más fortuna que precisión
Un empate con más fortuna que precisión
El segundo tiempo arrancó con otro aviso de Haaland al larguero, pero el Madrid no se amedrentó. La lesión de Akanji dejó un boquete en la zaga inglesa, y Vinícius lo aprovechó para desatar el caos. Un centro de Ceballos, que parecía perdido, terminó en los pies de Mbappé, quien, con un remate errático, firmó el empate.

El City, sin respuestas ante el asedio blanco
La reacción del Madrid era un huracán. Valverde lo intentó con un disparo potente, mientras Bellingham y Mbappé merodeaban el área como lobos al acecho. La grada intentaba despertar al City, pero los de Guardiola se veían superados en todas las líneas.

Un penalti que puso la emoción al rojo vivo
Cuando más hundido parecía el City, un penalti de Ceballos sobre Foden les devolvió el aliento. Haaland, con su frialdad habitual, no falló y puso a los ingleses de nuevo en ventaja. Sin embargo, el Madrid aún tenía guardada la carta de la última palabra.

Brahim y Bellingham: los héroes de otra noche mágica
Brahim, que había entrado como revulsivo, aprovechó un rechace de Ederson para devolver la igualdad. El empate parecía escrito en piedra, pero el Madrid es el equipo de lo imposible. En el descuento, Bellingham cazó un pase de Vinícius para sellar la victoria con un gol de oro.

Un Bernabéu que espera otra noche de gloria
El 19 de febrero, la eliminatoria se decidirá en el Santiago Bernabéu. Con la historia a su favor y el espíritu de las remontadas intacto, el Madrid ya prepara la que podría ser otra noche legendaria en su templo. El City, herido pero aún con vida, intentará desafiar al equipo que nunca se rinde.