
Musk sacude el tablero con una oferta inesperada
Elon Musk ha lanzado una propuesta de 97.400 millones de dólares para hacerse con OpenAI, la compañía que ayudó a fundar y de la que se distanció en 2019. La oferta, revelada por The Wall Street Journal, pone en jaque el futuro de la empresa de inteligencia artificial y eleva la tensión entre Musk y su actual CEO, Sam Altman.

Una oferta que parece más una provocación
El valor de mercado de OpenAI ronda los 300.000 millones de dólares, lo que convierte la cifra ofrecida por Musk en algo simbólico. Más que una negociación seria, parece una jugada desafiante en la guerra que mantiene con Altman, con quien ha chocado en cuestiones filosóficas y estratégicas sobre el futuro de la IA.

Altman responde con ironía y contraoferta
Lejos de ignorar la oferta, Sam Altman contraatacó con un comentario mordaz en la plataforma X: “No, gracias, pero te compramos Twitter por 9.740 millones de dólares, si quieres”. Su mensaje recuerda que Musk pagó 44.000 millones por la red social en 2022, una inversión que muchos consideran sobrevalorada.

El enfrentamiento sube de tono con un apodo hiriente
Musk no se quedó callado y respondió con un apodo burlón, alterando el nombre de su rival para llamarlo “Scam Altman” (en inglés, “estafa Altman”). Este tipo de ataques verbales reflejan el estilo combativo que ha dominado recientemente los debates entre los grandes magnates tecnológicos.

De aliados a rivales irreconciliables
Musk y Altman no siempre fueron enemigos. En 2015, trabajaron juntos para fundar OpenAI con la visión de desarrollar inteligencia artificial de forma abierta y sin fines de lucro. Sin embargo, en 2019, la empresa cambió su estructura para permitir la entrada de inversores y comenzó su ascenso meteórico, alejándose de la filosofía inicial.

Microsoft, el aliado que lo cambió todo
El gran giro de OpenAI se produjo cuando Microsoft entró en escena con una inversión multimillonaria. Gracias a ese respaldo, la empresa desarrolló ChatGPT, una herramienta que transformó el sector de la IA y consolidó a Altman como una de las figuras más influyentes de Silicon Valley.

Un debate ético sobre el control de la IA
Más allá del enfrentamiento personal, la disputa entre Musk y Altman refleja un dilema más profundo: ¿quién debe controlar la inteligencia artificial? Mientras Musk aboga por el código abierto y la seguridad, Altman ha defendido la necesidad de inversiones privadas para avanzar en la tecnología.

Los inversionistas exigen una compensación justa
Marc Toberoff, abogado que representa a los inversores, declaró que si OpenAI se convierte en una empresa con fines de lucro, la fundación original debe recibir una compensación adecuada. Según él, el control sobre la IA más poderosa no debería quedar en manos de unos pocos sin un retorno justo.

La Casa Blanca también entra en juego
A pesar de la cercanía de Musk con el expresidente Donald Trump, Altman ha sabido moverse en el ámbito político. Recientemente, firmó un acuerdo con Oracle y SoftBank por 500.000 millones de dólares para el desarrollo de la IA en EE. UU., bajo el nombre de «Stargate». La oferta de Musk ha puesto el futuro de OpenAI en el centro del debate. Mientras unos la ven como un simple golpe publicitario, otros creen que podría desencadenar movimientos estratégicos inesperados. Por ahora, la inteligencia artificial sigue siendo el epicentro de una batalla donde el poder, el dinero y la visión del futuro están en juego.