
Un nuevo giro en la batalla legal de Blake Lively
Blake Lively se encuentra nuevamente en medio de un proceso judicial, enfrentando una demanda de siete millones de dólares presentada por el publicista Jed Wallace. La demanda responde a acusaciones de la actriz, quien afirmó que la firma Crisis, dirigida por Wallace, utilizó un «ejército digital» para manchar su imagen. Esta nueva demanda se suma a las disputas legales que la actriz mantiene con figuras del mundo del cine, como el actor y productor Justin Baldoni.

La acusación de Lively y su impacto en la empresa Crisis
Según los abogados de Blake Lively, la firma de relaciones públicas de Baldoni, que contrató a Wallace, orquestó una campaña de desprestigio utilizando recursos digitales masivos para difamarla en redes sociales y foros de internet. Los representantes legales de Wallace han respondido negando las acusaciones, alegando que no hay hechos sólidos que respalden tales afirmaciones, y calificando las acusaciones de «falsas y difamatorias».

Respuesta de los abogados de Blake Lively
Los abogados de la actriz han contraatacado la demanda de Wallace con un mensaje contundente: este tipo de demandas son solo un intento de represalia por las acusaciones de acoso sexual presentadas por Lively contra Baldoni. En su defensa, los representantes legales de la actriz aseguran que la demanda no tiene mérito y predicen que será desestimada, aunque celebran que finalmente Wallace esté siendo llamado a rendir cuentas.

Wallace alega daños irreparables a su reputación
Los abogados de Jed Wallace han presentado una visión completamente distinta de los hechos. Aseguran que las declaraciones de Lively han causado graves daños a la reputación de Wallace, tanto en términos financieros como emocionales. La demanda menciona la pérdida de oportunidades de negocio y el daño al bienestar personal del publicista como consecuencia directa de las acusaciones de la actriz.

El punto de vista de Wallace: nunca hubo una campaña de desprestigio
Según los abogados de Wallace, la acusación de Lively de que él organizó una campaña de desprestigio es completamente infundada. Destacan que Wallace nunca tuvo contacto con la actriz ni participó en ninguna campaña negativa en su contra. El publicista alega que su decisión de demandar a Lively surgió después de que ella lo señalara públicamente en su demanda en Texas.

El contexto detrás de la guerra judicial
Esta demanda de Wallace se produce en el marco de una batalla legal más amplia entre Blake Lively y Justin Baldoni. La actriz había presentado previamente una demanda contra Baldoni en diciembre de 2024, acusándolo de acoso sexual y de haber orquestado una campaña de difamación en represalia por sus denuncias. Baldoni, por su parte, negó todas las acusaciones y contrademandó a Lively por extorsión y difamación, buscando 400 millones de dólares en daños.

La contrademanda de Baldoni
En enero de 2025, Baldoni presentó una contrademanda que acusaba a Blake Lively, su esposo Ryan Reynolds y su publicista, Leslie Sloane, de extorsión y difamación. Esta demanda intensificó aún más el conflicto, ya que tanto Baldoni como Lively se acusan mutuamente de difamar y manipular la opinión pública en su beneficio. Este enfrentamiento está lejos de resolverse, y los tribunales seguirán siendo el escenario de las próximas confrontaciones.

El juicio entre Lively y Baldoni está programado para 2026
La batalla legal entre Blake Lively y Justin Baldoni llegará finalmente a los tribunales en marzo de 2026, donde se debatirán las acusaciones de acoso sexual, difamación y otras posibles irregularidades. En febrero de 2025, ambos equipos legales tuvieron su primer encuentro en una conferencia previa al juicio, donde el juez instó a las partes a abstenerse de discutir públicamente los detalles del caso mientras se prepara para el juicio formal.

El impacto mediático de las acusaciones
La disputa entre Lively y Baldoni ha captado una considerable atención mediática, no solo por las serias acusaciones de acoso sexual, sino también por la controversia sobre la supuesta campaña de difamación. Ambas partes han utilizado las redes sociales y otros medios para exponer su versión de los hechos, lo que ha generado una avalancha de comentarios en público. Los comentarios de Lively, en particular, sobre el acoso y las represalias, han contribuido a un debate más amplio sobre el comportamiento de figuras públicas en la industria del entretenimiento.