
Marc Cucurella y su historia más allá del fútbol
El fútbol es solo una parte de la vida de Marc Cucurella. El lateral del Chelsea, que brilló con la selección española en la Eurocopa, ha mostrado su faceta más humana al hablar sobre los retos que enfrenta con su hijo mayor, Mateo, diagnosticado con autismo.

Un amor incondicional por la infancia
Más allá de los terrenos de juego, Cucurella siempre ha sentido una conexión especial con los niños. En una charla con el canal de YouTube La Media Inglesa, confesó que ser padre ha sido una experiencia maravillosa, aunque también agotadora.

El caos de los primeros años
Con humor, el futbolista recordó los primeros meses de paternidad: «Estamos KO, no dormimos ni nada», bromeó sobre los desafíos de cuidar a un bebé. Sin embargo, con el tiempo, descubrió que la mayor lección de ser padre no es la paciencia, sino la comprensión.

Una espera llena de incertidumbre
Cuando Mateo era pequeño, la familia vivía en Brighton, y los médicos no podían dar un diagnóstico claro. La incertidumbre pesaba sobre ellos, sin saber exactamente qué le ocurría a su hijo ni cómo ayudarle a desenvolverse en el mundo.

Entender a un hijo con autismo
El futbolista explicó que ser padre es un aprendizaje constante, pero en el caso del autismo, ese proceso es aún más complejo. «Un hijo autista no entiende las cosas como sus hermanos», relató, señalando las dificultades de adaptación de Mateo en un colegio convencional.

La frustración de ver sufrir a un hijo
Los intentos de escolarización en un centro ordinario no fueron fáciles. Mateo no se adaptaba, se sentía abrumado y pasaba gran parte del tiempo llorando. «Teníamos que ir a buscarle porque no lo soportaba», recordó con emoción, admitiendo lo difícil que es ver sufrir a un hijo sin saber cómo ayudarle.

Una crisis dentro y fuera del campo
Los problemas familiares coincidieron con un momento complicado en su carrera. La falta de estabilidad afectó su rendimiento en el Chelsea, y la presión profesional se sumó a la personal, generando una situación emocionalmente desafiante.

Una nueva esperanza en Londres
La familia encontró un colegio especializado en Londres donde Mateo empezó a recibir el apoyo que necesitaba. «Ahí nos ayudan, hacemos charlas y aprendemos a entenderle», explicó Cucurella, destacando cómo la educación adecuada ha cambiado su vida.

La satisfacción de cada pequeño avance
Aunque todo ha sido más difícil, Cucurella asegura que cada pequeño logro de su hijo se siente como una gran victoria. «Cuando consigues algo, un simple avance, da mucha más satisfacción», expresó, mostrando la otra cara de la paternidad.