El Rey Felipe de Bélgica ha iniciado nuevas consultas para la formación de un nuevo gobierno tras la dimisión del negociador Bart De Wever. De Wever, líder de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), presentó su renuncia después de que las negociaciones para formar una coalición de gobierno fracasaran debido a desacuerdos entre los partidos implicados.
El monarca belga ha convocado a los líderes de los cinco partidos principales para explorar nuevas vías que permitan superar la actual crisis política. Las negociaciones se han visto obstaculizadas por diferencias en políticas fiscales, especialmente en lo que respecta a la introducción de un impuesto sobre las plusvalías, una condición que los socialistas flamencos exigían para unirse al gobierno.

La situación política en Bélgica es compleja, con una fragmentación significativa entre las diferentes regiones y partidos. La N-VA, que ganó las elecciones federales de junio con el 16,7% de los votos, ha intentado formar una coalición con los liberales francófonos del MR, los socialistas flamencos de Vooruit, los democristianos flamencos del CD&V y los humanistas cristianos francófonos de Les Engagés. Sin embargo, las diferencias en políticas económicas y fiscales han impedido llegar a un acuerdo.

El Rey Felipe ha enfatizado la necesidad de un gobierno estable que pueda abordar los desafíos económicos y sociales que enfrenta el país. La Casa Real ha emitido un comunicado indicando que el monarca continuará las consultas en los próximos días para encontrar una solución viable.