El rey Carlos III realizó una visita especial al Batallón Real de Escocia durante sus vacaciones en el castillo de Balmoral. Este encuentro, que tuvo lugar en los terrenos de la histórica residencia real, subraya el compromiso continuo del monarca con las fuerzas armadas y su aprecio por la tradición militar escocesa.
El castillo de Balmoral, situado en las Tierras Altas de Escocia, ha sido un refugio para la familia real británica desde la época de la reina Victoria. Carlos III, siguiendo la tradición de su madre, la reina Isabel II, pasa sus veranos en esta residencia, disfrutando de la tranquilidad y la belleza del paisaje escocés. Durante su estancia, el rey ha decidido dedicar tiempo a fortalecer los lazos con el Batallón Real de Escocia, una unidad con una rica historia y un papel crucial en la defensa del Reino Unido.
La visita incluyó una inspección formal de las tropas, donde el rey Carlos III fue recibido con honores militares. Vestido con el tradicional kilt escocés, el monarca conversó con los soldados, interesándose por sus experiencias y desafíos. Además, el rey aprovechó la ocasión para agradecerles su servicio y dedicación, destacando la importancia de su labor en la protección y seguridad del país.
