Óscar Freire, el célebre exciclista cántabro y tricampeón mundial, fue reportado como desaparecido el 3 de febrero de 2025, tras no tener contacto con su familia durante más de 48 horas. La situación generó gran preocupación entre sus allegados, quienes, al no poder establecer comunicación con él desde la noche del lunes 2 de febrero, decidieron presentar una denuncia ante la Guardia Civil. La desaparición de Freire se convirtió en un tema de interés público, ya que el ciclista dejó su domicilio sin sus pertenencias personales, como su móvil y documentación, lo que disparó las alarmas.
La Guardia Civil inició rápidamente la investigación, pero la noticia de su localización no tardó en llegar. A las pocas horas, se confirmó que Freire había sido encontrado en buen estado de salud, lo que tranquilizó a su familia y seguidores. Según informaron fuentes oficiales, el exciclista había abandonado su hogar de manera voluntaria, sin motivo de alarma inmediata, lo que permitió que la investigación fuera cerrada en cuestión de horas. Freire se encontraba en perfectas condiciones, aunque su desaparición fue algo inesperado.

El hecho de que Freire abandonara su hogar sin su teléfono móvil ni otras pertenencias hizo que la situación fuera aún más desconcertante. Aunque su paradero había sido desconocido durante dos días, el exdeportista no sufrió ningún daño físico y su salud no se vio comprometida. Su familia, inicialmente preocupada por su bienestar, respiró aliviada al saber que el exciclista estaba sano y salvo.
Este incidente, además de generar un alivio generalizado, abrió un debate sobre la salud mental y emocional de los deportistas retirados. En los días posteriores, se especuló sobre las razones detrás de la desaparición de Freire, aunque no se revelaron detalles precisos sobre los motivos personales de su marcha. Algunos medios sugirieron que podría haber sido una decisión relacionada con cuestiones familiares o la presión emocional derivada de su retiro del ciclismo profesional.
Nacido en Torrelavega (Cantabria) en 1976, Freire comenzó su carrera como ciclista profesional en 1998 y se retiró en 2012, tras una carrera llena de éxitos. A lo largo de su trayectoria, se destacó por sus victorias en campeonatos mundiales (1999, 2001 y 2004), así como por sus logros en el Tour de Francia y la Vuelta a España, donde dejó una huella indeleble en el mundo del ciclismo. Su capacidad para afrontar diferentes tipos de terreno y su inteligencia táctica lo convirtieron en un referente en el pelotón.
Aunque Freire ya no compite a nivel profesional, sigue siendo una figura conocida en el mundo del ciclismo y mantiene contacto con este a través de diferentes proyectos y roles relacionados con el deporte. Sin embargo, su reciente desaparición ha puesto de manifiesto la importancia de abordar la salud mental y el bienestar emocional de los deportistas, especialmente aquellos que, como él, han dejado atrás una vida llena de retos y presiones en el alto rendimiento.