Antonio Banderas ha decidido derribar su famosa casa en Marbella, conocida como La Gaviota, para poner fin a los problemas legales que han rodeado la propiedad desde que la adquirió en 1997. La casa, que anteriormente perteneció a la periodista Encarna Sánchez, fue construida en 1995 con una licencia ilegal concedida por el entonces alcalde Jesús Gil. A pesar de los múltiples intentos de Banderas por regularizar la situación, los problemas legales persistieron, culminando en la decisión de demoler la vivienda.
La Gaviota no solo fue un hogar para Banderas y su exesposa Melanie Griffith, sino también el lugar donde nació su hija Stella del Carmen y donde pasó gran parte del confinamiento durante la pandemia. La casa estaba ubicada en una finca en primera línea de la playa de Los Monteros, al este de Marbella.
En 2003, la comunidad de propietarios de la urbanización Los Monteros denunció que parte de la finca ocupaba suelo reservado para equipamiento público del corredor marítimo. En 2007, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía declaró ilegal la construcción. Aunque en 2010 parecía que la situación se resolvería con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella, que preveía la regularización del inmueble a cambio de que Banderas cediera parte de su jardín para un paseo peatonal, en 2015 el Tribunal Supremo anuló el plan, devolviendo todo a la casilla de salida.
Finalmente, Banderas ha optado por derribar La Gaviota y construir una nueva residencia ajustada a la legalidad. Aunque no ha hecho declaraciones sobre el derribo, esta decisión marca el fin de una larga batalla legal y el comienzo de una nueva etapa para el actor malagueño.
