La justicia tailandesa ha condenado a cadena perpetua al español Daniel Sancho por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta. El tribunal de la isla de Samui lo encontró culpable de asesinato premeditado, descuartizamiento y ocultación del cadáver, así como de la destrucción del pasaporte de la víctima.
El caso comenzó en agosto del año pasado, cuando los restos de Arrieta fueron hallados en la isla de Pangan, donde ambos se habían reunido para unas vacaciones. Sancho, tras ser detenido, confesó el crimen, aunque luego alegó que la muerte fue accidental durante una pelea en la que se defendía de un intento de agresión sexual.
Durante el juicio, la Fiscalía solicitó la pena de muerte para Sancho, pero finalmente el tribunal optó por la cadena perpetua. Además, se le ha impuesto una indemnización de 106.000 euros a la familia de la víctima, que dependía económicamente de Arrieta.
El juicio ha sido seguido con gran expectación mediática, y la sentencia se dictó en una vista judicial muy restringida. El juez, cuya identidad no ha sido revelada, citó a las partes a las 10:00 de la mañana, hora local, para la lectura de la resolución. La sesión se prolongó debido a la interpretación del tailandés al español.
El padre de Daniel Sancho, el actor Rodolfo Sancho, estuvo presente en el tribunal junto a su asesora legal. La defensa de Sancho aún tiene la posibilidad de apelar la sentencia ante el Tribunal de Apelaciones y, eventualmente, ante el Supremo, un proceso que podría demorarse un año.
Este caso ha captado la atención tanto en Tailandia como en España, no solo por la gravedad del crimen, sino también por la notoriedad de la familia Sancho.