La última obra del célebre artista urbano Banksy fue robada en Londres, apenas unas horas después de que el propio Banksy confirmara su autoría en redes sociales. La pintura, que formaba parte de una serie de obras recientes protagonizadas por animales, fue sustraída del tejado de un local en el barrio de Peckham, al sureste de la capital británica.
La obra, que mostraba la silueta de un lobo dentro de una antena parabólica, había atraído a numerosos curiosos y admiradores del arte callejero desde su aparición. Sin embargo, la expectación se convirtió en sorpresa cuando un grupo de encapuchados, utilizando una escalera, desmontó la pintura ante la mirada atónita de los viandantes. El robo se produjo en cuestión de minutos, dejando a los presentes sin tiempo para reaccionar.
Banksy, conocido por su estilo provocador y sus críticas sociales, había publicado una doble fotografía de la obra en su cuenta de Instagram, lo que rápidamente generó una gran afluencia de personas al lugar. Esta no es la primera vez que una obra de Banksy es robada, lo que subraya tanto el valor artístico como el económico de sus creaciones.
La policía de Londres ha iniciado una investigación para dar con los responsables del robo, aunque hasta el momento no se han realizado arrestos. La desaparición de la obra ha generado un debate sobre la seguridad y la preservación del arte callejero, así como sobre la ética de comercializar piezas que originalmente fueron creadas para el disfrute público.