Alberto Fujimori, el ex presidente de Perú, falleció ayer a los 86 años. Su hija y heredera política, Keiko Fujimori, confirmó la noticia a través de un emotivo mensaje en la red social X, donde expresó: “Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Gracias por tanto papá!”.
La noticia de su fallecimiento ha resonado profundamente en Perú y en el extranjero, generando una ola de reacciones y reflexiones sobre su vida y legado. Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, fue una figura controvertida y polarizadora en la política peruana. Su mandato estuvo marcado por medidas drásticas y un estilo de gobierno autoritario que dejó una huella profunda en la historia del país. Fujimori es recordado tanto por sus logros como por sus controversias, y su legado sigue siendo objeto de debate en Perú.
La muerte de Fujimori ha generado diversas reacciones en Perú y en el extranjero. Sus seguidores lo recuerdan como un líder fuerte que salvó al país del colapso económico y la violencia insurgente, mientras que sus detractores lo ven como un dictador que abusó de su poder y cometió graves violaciones a los derechos humanos.
En Lima, la capital peruana, se han organizado vigilias y misas en su honor. Muchos de sus seguidores han acudido a estos eventos para rendir homenaje a quien consideran un salvador del país en tiempos de crisis. Las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias y recuerdos de su tiempo en el poder, destacando tanto sus logros como los momentos más oscuros de su gobierno.
Por otro lado, las organizaciones de derechos humanos y sus críticos han aprovechado la ocasión para recordar las violaciones a los derechos humanos y los casos de corrupción que marcaron su administración. Estos grupos han emitido comunicados subrayando la importancia de no olvidar las lecciones del pasado y de seguir luchando por la justicia y la transparencia en la política peruana.
El gobierno peruano ha declarado tres días de luto nacional en honor a Fujimori, y se espera que se realicen ceremonias oficiales para despedir al ex mandatario. La familia Fujimori ha solicitado privacidad en estos momentos difíciles, pero ha agradecido las muestras de apoyo y cariño recibidas de todas partes del mundo.
En Japón, país con el que Fujimori tenía fuertes lazos debido a sus raíces familiares, también se han realizado actos conmemorativos. La comunidad japonesa en Perú y en Japón ha expresado su pesar por la pérdida de Fujimori, recordando su contribución a las relaciones bilaterales entre ambos países.
La muerte de Alberto Fujimori marca el fin de una era en la política peruana. Su figura seguirá siendo objeto de análisis y debate, reflejando las profundas divisiones que su gobierno dejó en la sociedad peruana. Mientras algunos lo ven como un héroe que salvó al país, otros lo recuerdan como un líder autoritario cuyas acciones tuvieron consecuencias duraderas y dolorosas.
